martes, 3 de noviembre de 2015

Cómo dar clases a los que no quieren




Cómo dar clases a los que no quieren (recibirlas o aprender)

Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
15-11-05

Este tema es de relevancia ya que la mayoría de los jóvenes de secundaria acuden sin querer hacerlo. No les interesa la clase, no les interesa el estudio, no les atrae ser mejores, no tienen nivel aspiracional elevado, tienden al inmediatismo o se encierran en un mundo de posibilidades más bien estrecho.


Básicamente escucho y anoto lo que el profesor Juan Vaello Orts va presentando en su video, el cuál se liga más adelante. Por lo anterior, tomo en cuenta las opiniones y las reflexiono, las voy asumiendo poco a poco y de momento no las critico. Estos son más bien mis apuntes. Se trata del punto de vista de Vaello. Espero pueda servirles.

El autor propone la gestión o manipulación de todas las variables en el aula.

Considera que hay 5 niveles de variables:

1. El aula que es un espacio de convivencia entre personas, la gente pasa mucho tiempo allí.
En ella existen roses positivos y negativos, dulces, empáticos, amargos, conflictivos, menosprecios, gestos.
Es necesario controlar dichos roses y que evitar que vayan a la deriva. Con ello se logra un mejor el clima del aula y, a partir de allí, dar clases con eficacia y eficiencia.
Propone convivencia y trabajo.

2. Hay además relación de la persona consigo misma: autoestima positiva o negativa, alta o baja, relación consigo misma valorada o desvalorada. Tanto del profesor consigo mismo como de los alumnos.
Si está uno insatisfecho consigo mismo la cabeza no puede aprender.
Solo autovalorados, desde su punto de vista, podemos centrarnos en cosas superiores.
Hay que enfatizar las relaciones intrapersonales.

 3. Se producen procesos atencionales.
El profesor atiende a los alumnos de modo concentrado o disperso.  Además lo que hace logra que se concentren o se dispersen.
Los alumnos atienden al profesor. Se requiere de concentración de ellos y atención sostenida en el tiempo.
Por ello es importante enseñar a concentrarse por autonomía.
El profesor necesita tener capacidad de capturar y mantener atención.

4. Ámbito motivacional.
¿Qué lleva al alumno a realizar estudios? Pregunta clave que no se responde por parte de casi nadie (mi opinión).
La voluntariedad no siempre es unánime ni plena, hay forzamiento. Yo diría es escasa o casi nula en tanto que el estudio no es visto, en nuestra sociedad mexicana actual, como algo valioso o que pueda reportar beneficios.

5. Nivel académico del profesor, que implica la cantidad y calidad de aprendizajes relacionados con la materia que se imparte.
Considera Vaello es consecuencia de los anteriores.
Por lo que es importante saber cómo manejar conflictos, así como la gestión de aula en niveles obligatorios.
El profesor debe saber que no existe solamente el nivel académico y en realidad hay que saber cuánto es lo que realmente se les debe enseñar de cada materia, no pretender que sepan mucho.
Manejo de la convivencia en varios niveles.
En un clima proclive al trabajo, cuando no haya alumnos que duden de su propia valía, los jóvenes aprenderán más.
Los cuatro primeros son causa del último.

Enfatiza que hay un Obligatoriedad por parte del alumno.
Hay una letra O de obligatorio. Para el niño o joven estar en la escuela es un asunto obligatorio y muchos de ellos se ven y sienten como prisioneros.
La obligatoriedad se manifiesta por conductas inadecuadas, disruptivas.
¿A cuántos que no están deseosos de estar implicados puedo implicar?
                                                    
Vaello propone hablar del primer nivel o de convivencia, donde hay varios tipos de ellas.
Como solución a la gestión del aula con O de obligatoriedad propone completar las vocales: A E I U.

A de Atención. Mejorar los niveles de atención. De lograr que el alumno atienda lo más posible.
Empatía. Mejorar la potencia entendida como la capacidad de conectar con los alumnos.
Los profesores empáticos, se preocupan por los alumnos y cómo los ven, son potentes, son los más apreciados y recordados.
Los profesores deben ver a los alumnos, y que se enfocan a saber cómo les ven sus alumnos, son potentes.
Los profesores con cierto prestigio y de quien se acuerdan tienen cualidades sociorelacionales: se interesaba por mi, buscaba mi mejoría, que estuviera bien, le gustaba mucho lo que enseñaba, era capaz de entusiasmarnos. Socioemocionales.
Sugiere preguntar por el mejor profesor que hayan tenido, y hacer catálogo de cualidades, auto evaluarse respecto a eso de 5 a uno, donde no nos pongamos de 5 a uno marcar propósitos de mejora.
¿Cómo me ven mis alumnos? Cualidades y defectos. Qué quieren que uno cambie.
Averiguar qué personas hay detrás de cada alumno. Mejores ciudadanos. Si no avanzan en la materia que avancen en su personalidad.
Si adopto una distancia una actitud de no interesarme seré no recordado o mal recordado.

Interés.
Es un privilegio estar “sentados del otro lado” (no entiendo qué lado).
Se trata de que sea de interés para el alumno. Ofrecer una clase para ellos que se sienten obligados y sin gusto.
¿Qué tipo de clase puedo ofrecerles para que les sea interesante a todos?
Un pescador pone lombrices que a él no le gustan pero sí a los peces.
Hay que averiguar qué les gusta, cuáles son sus intereses. Todo se puede dar a partir de cosas que les entusiasman.
Se trata de mantener el interés en la materia. Hay que hacer que sea interesante la materia para el alumno. Sí, debe ser interesante para el profesor, pero hay que hacerla interesante a los alumnos. ¿Qué clase debo dar para que sea interesante a los alumnos?
Toda clase puede darse a partir de lo que es interesante para el alumno.

Utilidad. Hacer algo que sirva. La gente debe saber la utilidad de lo que aprenden, de preferencia por experiencia y emociones.
Cuando no hay utilidad hay trabajos forzados, no querrán aprender. La utilidad es para ellos, no para uno.
No podemos tener gente en el salón sin que sepa para qué es útil, y lo deben experimentar, más que recibirlo por el medio verbal.

¿Cómo hacerlo?
Convivencia en el aula que implica un respeto mutuo. De unos a otros en todas direcciones.
Hay falta de alumnos hacia alumnos, de alumnos a profesor y de profesor a alumnos. Hay que ofrecer el respeto, ser respetuosos y respetables, estaremos moralmente capacitados para recibir.
Hay que ser respetuoso y a partir de allí dar respeto.

El respeto mutuo ante todo.
Los académicos excluyentes son los que están centrados en los contenidos pero dejan de lado todos los demás aspectos. Se excluye cuando no se atiende a los que no pueden y los que no quieren.
Los académicos excluyentes se centran el tema académico, que los jóvenes sepan mucho de mi materia, pero excluye otros factores que son importantes, ya que con el pretexto intentar de que muchos sepan mucho, se tiende a olvidar atender a los que no pueden y a los que no quieren.
Hay una brecha enorme entre lo que se les pide a algunos y lo que pueden dar.
Hay alumnos que han aprendido a no querer estudiar.
A cada brecha corresponde un puente. El excluyente abre brechas.
La raíz no está, en este caso, en la actitud del profesor.
Suponiendo una clase que tiende puentes a todos, que da posibilidades a todos: una clase posible, apetecible, asequible a todos… si después de ello me devuelven problemas entonces estoy facultados para exigir respeto.
El respeto es un valor básico.
A la edad escolar se forman brechas enormes entre alumnos, entre lo que se les pide y lo que pueden dar.
 A cada brecha un puente. Los académicos excluyentes abre brechas y hace alumnos disfuncionales.
La herramienta potente para mantener la disciplina asertiva proactiva y formativa es el respeto como valor básico.
Cada indisciplina es señal de una carencia emocional, falta de control.
Cada conflicto es señal de necesidad de intervención. Luego entonces propone meter cuñas de apoyo a la necesidad emocional.
Defiende un tipo de disciplina asertiva y formativa.
Cada conflicto es una señal de una carencia socioemocional o de asertividad, es falta de autocontrol (y de falta de autoestima), es falta una serie de competencias que deberían tener y no tienen.
Lo mejor para mantener la disciplina es… poner una cuña en cada debilidad socioemocional , la cual fortalece la debilidad. Una pequeña intervención, una pequeña frase, una pregunta, un pequeño gesto, una pequeña mirada, una demanda… que convierte la debilidad en potenciación.

¿Qué hacer para implantar respeto?:
1º Poner límites. Norma es diferente de límites: límite es frontera implícita conocida por todos. Los límites no se ponen por escrito.
Lo que regula en el aula es la norma real.
Los límites se establecen. Establecer normas reales.
Se hace reaccionando adecuadamente a los incumplimientos.
Quien incumple lo hace para mantener su autoestima elevada.
Siempre estamos en búsqueda de mecanismos de valía, y persistimos.
En la vida persistimos o desistimos. Repetimos actividades que nos suben la autoestima.
Si apoyamos su autoestima sin que hagan lo que se les da la gana, evitaremos que hagan cosas a destiempo.
Hay confusión entre límites y normas. El límite no se escriben, se establecen, se fijan pero no se escriben.
Las normas son los límites teóricos. Las normas reales son las que norman la conducta en las aulas, no las escritas. Por eso es importante concentrarse en normas reales. Debemos concentrarnos en que las normas teóricas se conviertan en reales.
Alguien las va a incumplir para mantener la autoestima. El protagonismo es indicador de una carencia emocional.
El chiste es un mecanismo de refuerzo de la autoestima.
Repetimos aquellos actos que implican aumentar la autoestima y nos alejamos de los que nos la bajan.
Si hacer un chiste provoca risa tendrá una sensación de autoestima.
Necesitamos hacer que mantengan su autoestima alta sin necesidad de que tengan esas conductas.
Para fijar los límites dependerá de cómo reaccionamos cuando interrumpe.

Norma teórica >> incumplimiento >> reacción del profesor.

Los alumnos eligen momentos de incumplimiento y con quién lo harán. Nosotros tenemos que reaccionar cuando deciden incumplir. Hay una desventaja táctica. Ya que son condiciones contextuales que nosotros no decidimos.
Por ello tenemos que preparar de antemano los incumplimientos típicos.
La más potente intervención del profesor es la que no se hace. Es ignorar las disrupciones que no alteran la clase. Un gesto o algo leve.
Las disrupciones detienen la clase y ese el objetivo del alumno.
Si se hace la intervención siempre, se da prioridad.
Advertencias fuertes verbales largas mientras menos mejor

2º Si damos menos importancia a las disrupciones mejor.
Pocas y breves advertencias.
Hacer las advertencias breves y muy calmados… la calma se entrena.
Solicitar respeto a los alumnos en tanto que uno mismo se los da.
Los alumnos que no tienen una capacidad de desatacar por el intelecto lo harán por el rompimiento de los límites.
En general buscamos persistir en aquello que nos sube la autoestima.
Buscar que tengan una alta autoestima sin romper la disciplina y los límites establecidos.

Tenemos que reaccionar sin planearlo, ya que ellos han elegido el momento de incumplir. Hay que preparar las reacciones ante los incumplimientos tácticos típicos: interrupciones, conversaciones, alumnos sin materia, chistes a destiempo. ¿qué haré? La más potente intervención es la que no se hace en aquellas disrupciones que no alteren grandemente la clase. Con una mirada, un gesto, se pueden anular. No soslayar lo que sea trivial.
Con cualquier intervención disciplinaria del profesor se detendrá la clase, y muchas intervenciones son para hacer precisamente que eso ocurra para que se le preste atención.
Cuantas menos intervenciones mejor. Menos protagonismo a las disrupciones, mejor. Pocas advertencias, y en su caso ser breves.

3º las advertencias han de ser calmadas. Otro de los motivos es crispar al profesor.
¿Qué hacer cuando incumplen?
Reacciones ideales del profesor: Evitar la reacción no planeada. Por lo tanto planear las consecuencias previamente a los incumplimientos.
La peor intervención es la que no se tiene. Pero al mismo tiempo hay que discriminar en qué disrupciones vamos a intervenir abiertamente, y cuáles las podemos controlar con un gesto o una frase breve.
Pocas advertencias. Ocupar el tiempo en disciplinar quita tiempo a la clase, y es el objetivo de muchos alumnos.
Las advertencias deben ser calmadas. Lentas, parsiomoniosas. Tono bajo y lento. La relajación y el sosiego predominan. Pero deben ser firmes.

Evitar aceleración y crispación.
Las advertencias calmadas deben ser firmes.
Vivimos en un medio que no dice no… hay desdibujo de las normas.
Demasiada permisividad. Si lo dicen no lo saben mantener.

Hay que saber mantener el “no” de modo firme, no acelerada ni agresiva, sino firme. Asertividad. Firme sin romper la relación.
La empatía es la fuente de poder para el profesorado.
Las advertencias insuficientes o blandas son perjudiciales.

Hay que evitar la sobrecorrección con agresividad. Evitar sarcasmos.
Otro pecado o peligro son las advertencias insuficientes, blanditas. Aceptamos resignadamente el que el alumno siga haciendo lo que quiere.
Una conducta es una intervención aislada aquí y ahora.
Buscan reponer el respeto perdido.
Si se trata de actitudes negativas, lo que se mantenidas en el tiempo y se oponen al profesor:

¿Qué hacer en actitudes y conductas negativas?
En particular si se opone a lo que quiere o necesita el profesor.
La conducta es una postura en el tiempo ante la clase.
Averiguar si nos ocurre solamente a nosotros o a otros profesores.
Aprender a no trabajar ante los alumnos conflicto en solitario. Hay que formar equipos con otros profesores. Profesores en solidario en lugar en solitario.
Los alumnos necesitan atención de tipo social no individual
Cada alumno tiene nivel de tratamiento. Profesor, tutor, asesor psicológico, institución, institución externa.
Lo fundamental no es el control directo. Controlar sin control.
El autor busca tener un pie en la teoría y otro en la práctica ya que si solamente se está en la práctica se experimenta por ensayo y error y sin teoría se pierde la noción de la realidad.

Aquí el video:



De momento la revisión hasta aquí.
Esto corresponde más o menos hasta el minuto 38 del video, el cuál tiene 1 hora con 56 minutos.


D. R. Darío Aguirre 2015



2 comentarios:

  1. Mil gracias, Darío Aguirre... Estos materiales se valoran enormemente. México atraviesa una terrible crisis en su sistema educativo, y los profesores solo podemos mantenernos en la línea de fuego gracias a la formación continua de calidad que las más de las veces se pesca mejor por estos medios.

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    1. Aunque para muchos en momentos yerro al hacer algunas aseveraciones procuro llevar toda la problemática que se me presenta en lo cotidiano a un proceso de reflexión, a la ubicación de patrones de comportamientos disfuncionales, a proponer los funcionales, a provocar el diálogo. Espero poder lograrlo

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