Un viejo amor que no se olvida
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
19-01-31
19-01-31
24-01-31
#Semblanza #ElPersonajeDelDía #UnDíaComoHoy 31 de enero de 1950 muere el compositor Alfonso Esparza Oteo, autor de Un viejo amor, India bonita, Pecadora, Rondalla y Albur de amor. Con Mario Talavera e Ignacio Fernández Esperón forma el Trío Veneno. Es director de la Orquesta Típica Presidencial, además de fundador y líder del Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música, así como de la Sociedad de Autores y Compositores de México. Recibe la Medalla al Mérito en reconocimiento a su labor en favor de la música mexicana.
Alfonso Esparza Oteo, compositor. (1) |
Nació el 2 de agosto de 1894 en la ciudad de Aguascalientes, Ags. Siendo el segundo de los 10 hijos de Luis R. Esparza y Concepción Oteo. A Alfonso le influyó positivamente el ambiente musical de su padre, músico distinguido y reconocido por su versatilidad (al saber interpretar diversos instrumentos musicales) y quien fue director de bandas y de una escuela de música.
Desde pequeño Alfonso se dedicó a dar funciones de títeres y cantar. A los siete años ya se aficionaba a la música y tocaba el piano ante audiencias pequeñas. Ya que de su padre recibe las primeras lecciones de solfeo y piano.
Al poco tiempo asiste a la academia del presbítero Fermín Ramírez, en donde tiene la oportunidad de estar en contacto con maestros como Juan María Cisneros, Arnulfo Miramontes y Manuel M. Ponce, quienes le dan clases de piano, órgano y canto, y composición, respectivamente. El maestro Ponce es quien más influye en Alfonso en su formación musical.
Para 1912 trabajó como pianista en el Teatro Actualidades, improvisando temas para las películas que se exhibían allí y como organista.
En 1914 Alfonso se enlista en las filas del general Francisco Villa; llegando a obtener el grado de Mayor.
En 1917, al final de la guerra, Alfonso Esparza Oteo regresa a la vida artística sacando el foxtrot Plenitud, obra que escribió en la Escuela de Artes y Oficios de Aguascalientes.
Para 1919 viaja a la Ciudad de México buscando el triunfo para poder apoyar a sus padres. En la capital se instala en una casa de huéspedes y consigue un empleo en Casa Wagner, donde se distingue por su capacidad, sentido de responsabilidad y don de gente.
Para difundir su obra publica por cuenta propia las partituras de sus composiciones, entregando personalmente sus obras a los distribuidores del interior de la República, con un porcentaje de comisión, llegando a tener un buen éxito económico. Las primeras obras que sacó a la venta fueron Plenitud, Flores de tentación, Stambul, La indita bonita y Vals galante, entre otras.
Ya en el año de 1920 estrena en el Teatro Lírico su obra Un viejo amor, en coautoría con el Güero Adolfo Fernández. Esta obra tuvo una gran proyección internacional.
A finales de ese año fallece su padre por lo que viaja para su tierra natal y al regresar a la Ciudad de México, se responsabiliza de su madre y hermanos.
Durante el gobierno de Álvaro Obregón (1920-1924), Alfonso se convierte en el compositor de moda en nuestro país, gracias a lo cual conoce al Presidente de la República quien lo nombra Director de la Orquesta Típica Presidencial, misma que fue disuelta durante el siguiente gobierno, por lo que Alfonso Esparza forma una nueva agrupación con su nombre, realizando una serie de giras artísticas por toda la República. En una de sus actuaciones en Acámbaro, Guanajuato (1925), conoce a su futura esposa Blanca Torres Portillo.
Con el fin de amenizar una comida en honor del presidente electo Álvaro Obregón, Alfonso asiste al restaurante La Bombilla el 17 de julio de 1928, y cuando interpretaba con la antigua Orquesta Típica el tema Limoncito es que se realiza el asesinato del mal logrado político.
Esparza Oteo desempeñó diversos cargos entre ellos: director artístico de la Casa Wagner y de la radiodifusora XEB, director de la Southern Music Co., jefe del Departamento de Recopilación de Música Folklórica de la Secretaría de Educación Pública y director de Notables Programas de la XEW.
También formó parte del cuarteto Los Ases de la Canción junto con los maestros Ignacio Fernández Esperón Tata Nacho, Mario Talavera y Miguel Lerdo de Tejada, y al fallecimiento de éste último el grupo toma el nuevo nombre de Trío Veneno.
Con del fin de defender los derechos de autoría de los compositores de su época, Alfonso Esparza se reúne con algunos de ellos y fundan el Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música (SMACEM), ubicándolo en la calle de República de El Salvador número 31, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Poco tiempo después fue fundada la Sociedad de Autores y Compositores de México, institución de la que fue primer presidente del Consejo Directivo.
Después de un tiempo de desempeñar las actividades administrativas de la defensora de derechos de autoría, el maestro Alfonso retoma su actividad como compositor, sus presentaciones, sus conciertos así como los programas en la XE, produciendo Así es mi tierra, proyecto por el que recibe la Medalla al Mérito como reconocimiento a su labor en favor de la música mexicana.
Entre sus canciones más populares están Un viejo amor, La
Rondalla, Dime que sí (con letra de Alfonso Espriú), Te he de
querer, Albur de amor, Déjame llorar, No vuelvo a amar, El quelite, Mi
gusto es y Por esa calle vive (Su mamá tuvo la culpa), entre muchas
otras.
Alfonso Esparza Oteo falleció el 31 de enero de 1950 cuando ponía en marcha su automóvil para dirigirse a un homenaje que le rendiría la Casa Madero.
En su honor diversas calles de varias ciudades de la República Mexicana llevan su nombre. Así mismo cuenta con bustos y estatuas de bronce, como en un parque de la Colonia Nápoles de la Ciudad de México y, principalmente, a través de su obra, patrimonio de la cultura popular mexicana.
En 2009 la Sociedad de Autores y Compositores de México lo galardona con el Reconocimiento Póstumo Juventino Rosas, una presea post mortem instituida para honrar a los autores mexicanos cuya obra ha trascendido las fronteras lingüísticas y culturales para gloria de México en el mundo, permaneciendo vigente hasta nuestros días.
La Feria de San Marcos en Aguascalientes, 2011, dedicó su evento al maestro Esparza Oteo con más de 25 presentaciones, incluida una en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.
Alfonso Esparza Oteo falleció el 31 de enero de 1950 cuando ponía en marcha su automóvil para dirigirse a un homenaje que le rendiría la Casa Madero.
En su honor diversas calles de varias ciudades de la República Mexicana llevan su nombre. Así mismo cuenta con bustos y estatuas de bronce, como en un parque de la Colonia Nápoles de la Ciudad de México y, principalmente, a través de su obra, patrimonio de la cultura popular mexicana.
En 2009 la Sociedad de Autores y Compositores de México lo galardona con el Reconocimiento Póstumo Juventino Rosas, una presea post mortem instituida para honrar a los autores mexicanos cuya obra ha trascendido las fronteras lingüísticas y culturales para gloria de México en el mundo, permaneciendo vigente hasta nuestros días.
La Feria de San Marcos en Aguascalientes, 2011, dedicó su evento al maestro Esparza Oteo con más de 25 presentaciones, incluida una en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.
Aquí el tema Un viejo amor, con Fernando de la Mora:
Imágenes tomadas de:
(1) Vanguardia.
Con información de:
(1) SACAM.
D. R. 2019 Darío Aguirre
D. R. 2024 Darío Aguirre
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