Productora creativa
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
24-10-26
#Semblanza #ElPersonajeDelDía #UnDíaComoHoy 26 de octubre de 1996 fallece
la productora Angélica Ortiz Sandoval. A los 15 años se inició
representando artistas. Casada con el músico de jazz Hartman tuvo a su
única hija la cantante y actriz Angélica María. De regreso a México y se
dedicó a promover espectáculos, el primero de ellos en colaboración con
Julián Dupréz. En 1953 fue gerente de producción de Los que no deben nacer,
del director Agustín P. Delgado, y en 1955 era ya productora ejecutiva.
A partir de esa fecha produjo varias películas, algunas premiadas. En
1965 fundó la compañía Producciones A. M. Libra, que realizó diversas
películas, entre ellas El santo oficio y El castillo de la pureza. Para el teatro adaptó y puso en escena obras como Gigí (1974) y Papacito piernas largas (1977). También escribió y produjo espectáculos escénicos como La historia del cine,
con Angélica María.
Nace el 1º octubre de 1924 en la Ciudad de México.
Directora teatral, guionista, cineasta, y productora. Cubriendo desde siempre la trayectoria de su hija y nieta. Fallece el 26 de octubre de 1996.
Productora y escritora de teatro, cine y televisión. Nació en la Ciudad de México el 1 de octubre de 1924 y falleció en la misma ciudad el 26 de octubre de 1996.
Inició su carrera a la edad de 15 años como representante de actores e interpretó pequeños papeles en obras de teatro. En 1943 suspendió sus actividades cuando se casó con el músico estadounidense Arnold Hartman, con quien tuvo a su única hija, la actriz Angélica María. Durante seis años radicó en los Estados Unidos, hasta que regresó a México en 1949, después de divorciarse de Hartman.
En México, Angélica Ortiz inmediatamente se reincorporó a sus actividades y junto con Julián Duprez se dedicó a promover el espectáculo titulado Dominó. A partir de 1953 comenzó a trabajar dentro de la industria cinematográfica como gerente de la Productora Astral que se hizo cargo de la cinta Los que no deben nacer, dirigida por Agustín P. Delgado. Durante ese mismo año, Angélica Ortiz debutó como guionista en la película Ángeles de la calle y al año siguiente escribió su segundo guión para La mujer que se vendió, ambas realizadas por Agustín P. Delgado.
Como productora y productora ejecutiva, Angélica Ortiz realizó cerca de veinte largometrajes y trabajó al lado de varios directores de cine, entre ellos: Mauricio de la Serna en Pablo y Carolina (1957); Luis Alcoriza, Tarahumara (1963) y Tiburoneros (1963); con su segundo marido, Carlos Velo, Alguien nos quiere matar (1969); Alberto Isaac El rincón de las vírgenes (1972) y Arturo Ripstein El castillo de la pureza (1972).
En 1978 fue llevado a la pantalla grande su tercer guión titulado La guerra de los pasteles, cinta dirigida por Fernando Cortés. A finales de la década de los sesenta, la productora comenzó de manera alterna a involucrarse en la producción y dirección de teatro en un club de damas que se dedicaba a recaudar fondos para los niños pobres. En 1974, Angélica Ortiz adaptó y puso en escena la obra Gigi y en 1975 Papacito piernas largas, ambas estelarizadas por Angélica María.
A partir de entonces Angélica Ortiz se dedicó por completo a realizar obras de teatro principalmente infantiles, en las que su nieta Angélica Vale, llevaba el papel estelar, como es el caso de Zoila sonrisas, Imaginación, Los tenis rojos, Mamá ama el rock, Todo lo que me digas será al revés, Atrapada en los 60, entre otras.
Durante los años ochenta inició su labor en televisión donde realizó programas como El mago de Oz (1985), además de telenovelas, entre las cuales se encuentra Lupita y algunos videoclips.
Angélica Ortiz continuó activa hasta el día de su muerte, produciendo y escribiendo obras de teatro.
En 1989, Angélica Ortiz declaró en una entrevista para el periódico El Nacional, lo siguiente:
“—¿Por qué ese salto del cine al teatro?
“En un momento el cine se empezó a hacer por dedazo. Ya no podíamos decidir sobre nuestras producciones. Dependíamos de los distribuidores, y la industria empezó a estar mal.
“Antes —agregó— uno [el productor] era el que resolvía, ahora hay 100 representantes del cine que opinan y hablan, y al fin de cuentas no aportan nada y tampoco permiten el progreso. En cambio, en teatro cada productor hace las cosas a su gusto. Si ganas, bien, si no, también. Es un riesgo que tienes que correr solo. Incluso podría decir que no regresaría al cine, estoy muy a gusto aquí.”
En la imagen Angélica Ortiz celebra el cumpleaños de su pequeña Angeélica María acompañadas por Silvia Pinal y su nena Sylvia Pasquel.
En 1989, Angélica Ortiz declaró en una entrevista para el periódico El Nacional, lo siguiente:
“—¿Por qué ese salto del cine al teatro?
“En un momento el cine se empezó a hacer por dedazo. Ya no podíamos decidir sobre nuestras producciones. Dependíamos de los distribuidores, y la industria empezó a estar mal.
“Antes —agregó— uno [el productor] era el que resolvía, ahora hay 100 representantes del cine que opinan y hablan, y al fin de cuentas no aportan nada y tampoco permiten el progreso. En cambio, en teatro cada productor hace las cosas a su gusto. Si ganas, bien, si no, también. Es un riesgo que tienes que correr solo. Incluso podría decir que no regresaría al cine, estoy muy a gusto aquí.”
En la imagen Angélica Ortiz celebra el cumpleaños de su pequeña Angeélica María acompañadas por Silvia Pinal y su nena Sylvia Pasquel.
— con Mauricio Matute.
Con información de:
(1) Tovar, A. (2013). Mil quinientas mujeres en nuestra conciencia
colectiva. Diccionario biográfico de mujeres de México. Edición de la
autora.
(2) Facebook. Cine De Oro Mexicano. Escrito por Mauricio Matute.
Imagen tomada de: Twitter Crónicas de banqueta.
D. R. 2023 Darío Aguirre
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