Maestra de grandes bailarines
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
23-11-07
#Semblanza #ElPersonajeDelDía #UnDíaComoHoy 7 de noviembre de 1909 nace en Villa Ocampo, Dur. la bailarina y coreógrafa Nellie María Francisca Moya Luna, “Nellie Campobello”. Vivió en Parral, Chihuahua.
Estudió en una escuela extranjera. La cohesión familiar la marcó para
siempre. Desde muy pequeña se aficionó a la danza. Las hermanas llegaron
muy jóvenes a la Ciudad de México, destacando como adolescentes
bellísimas, precoces, intelectuales e inteligentes bailarinas. Fue
maestra de grandes bailarines. Montó en 1931, un ballet de masas
titulado 30-30, inspirado en la Revolución Mexicana. En 1943 fundaron el BalIet de la Ciudad de México,
donde Francisca fungió como directora general y Gloria como primera
bailarina. Este ballet se disolvió en 1947. Destacó en las letras y su
obra resulta testimonial para los estudiosos de la literatura de la
Revolución Mexicana. Permaneció en un paradero desconocido durante
varios años encerrada en una habitación incomunicada y enferma,
probablemente en Cuemavaca. Según
acta de Villa Ocampo, Durango, nació el 7 de noviembre de 1900 y para
otros nació en 1908, en 1909 o en 1913, como ella y sus biógrafos han
afirmado. Fallece el 9 de julio de 1986 en Obregón, Hgo.
Nacida en Villa de Ocampo, Durango, diez años antes del estallido de la Revolución mexicana, Francisca Ernestina Moya Luna,
mejor conocida como Nellie Campobello, se convertiría en años
posteriores en una importante narradora de este movimiento armado y en
una de las bailarinas más importantes del país que marcaría con su
pionera labor dancística un hito en esta disciplina.
Campobello creció en Durango e Hidalgo, donde fue testigo en carne
propia y a muy corta edad de los enfrentamientos que desató la
Revolución mexicana, pero, tras la muerte de su madre, ella y su familia
se trasladaron a la Ciudad de México.
Fue en la capital del país donde Campobello conoció la danza y
desarrolló su carrera después de estudiar en una escuela inglesa y de
convertirse en alumna de Lettie H. Carroll, coreógrafa y empresaria estadounidense pionera en la enseñanza de la danza en México.
Nellie Campobello se relacionó con importantes artistas e
intelectuales de la época, lo cual le permitió abrirse camino y, al lado
de su hermana, Gloria Campobello, pronto se convirtió en una figura importante de la vida cultural del país.
Ambas hermanas fueron invitadas a presentarse en La Habana, Cuba,
donde conocieron al entonces embajador mexicano Carlos Trejo, quien al
ser nombrado titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) puso en
marcha un proyecto de danza nacional en el que participaron Nellie
Campobello y su hermana; además, Campobello impartía clases de danza en
la Casa del Estudiante Indígena.
El presidente Lázaro Cárdenas confió a Nellie
Campobello la elaboración de una coreografía para conmemorar por medio
de su representación la Revolución mexicana; de dicha encomienda surgió
el Ballet 30-30. En la pieza participaron niños que representaban al
pueblo, mientras que la propia Nellie a la Revolución.
En 1932 se creó en la Ciudad de México la Escuela de Danza,
considerada la primera institución pública dedicada a la enseñanza de la
danza en México. Esta instancia tenía por meta investigar las
diferentes danzas del país, formar bailarines y generar un cuerpo de
baile profesional.
La trayectoria y experiencia de Nellie en el campo dancístico la
convirtieron en directora de esta institución hacia 1937. Su paso como
máxima autoridad marcó un antes y un después, pues logró consolidar
dicha institución como un importante centro educativo de la danza que
fungió como plataforma para la formación de bailarines y bailarinas
profesionales.
En 1938, la institución cambió su nombre a Escuela Nacional de Danza y
actualmente es conocida como la Escuela Nacional de Danza Nellie y
Gloria Campobello del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura,
nombre otorgado en honor a Nellie, quien fue directora de la institución
por más de 40 años, y su hermana.
La danza no fue el único campo en el que Campobello se desarrolló,
pues la escritura fue una importante actividad para ella, incluso es aún
más conocida por esta labor debido al importante lugar que guardan sus
obras en la literatura mexicana.
En 1931 Campobello publicó Cartucho, un texto que originalmente
contenía 33 relatos breves que registran diversos acontecimientos que
tuvieron lugar en la región de Parral en la época más violenta del
enfrentamiento armado de la Revolución mexicana.
La importancia de esta obra radica en que se trata del primer libro
que versa sobre la Revolución que es escrito por una mujer; además, su
particularidad se halla en que, a diferencia de otras novelas sobre la
Revolución, la de Campobello registra el movimiento armado que se dio en
el norte del país, específicamente en Chihuahua y Durango.
Los relatos que conforman el libro oscilan entre el cuento, la
crónica y la novela histórica, pues tienen un carácter testimonial y
están basados en personajes y hechos reales. Un aspecto peculiar de la
obra es que la voz narradora es una niña que presencia este momento de
la historia. Asimismo, la narrativa del libro de Campobello se aleja de
la arropada por el discurso dominante que calificaba a los villistas
como “bandidos”, “criminales” y “asesinos”, características lejanas a
las que la propia Campobello había conocido.
La profunda admiración hacia Francisco Villa llevó a
que Nellie Campobello se adentrara en una investigación que tuvo como
resultado el libro Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa
(1940). La realización de esta obra se logró gracias a documentos que le
fueron proporcionados por Austreberta Rentera, esposa de Francisco
Villa. En este texto, Campobello se aleja de lo literario y su escritura
adquiere un carácter histórico.
Destaca también en su producción literaria Las manos de Mamá (1937),
un texto que se desarrolla en el contexto revolucionario y el que la
autora dedica a la memoria de su madre, figura importante a lo largo de
su vida. Asimismo, Campobello publicó un libro de poemas intitulado Yo,
el cual fue editado por Dr. Atl en 1929.
El talento, la trayectoria artística, el empeño y el trabajo
literario de Nellie Campobello la convirtieron en una precursora, en
diferentes dimensiones, tanto en la danza como en la literatura, pues
logró que su voz, ideas y propuestas artísticas fueran escuchadas y
tomadas en cuenta en una época en la que de manera predominante las
mujeres tenían poca participación en la vida pública.
Nellie Campobello falleció en 1986 en Hidalgo mientras se encontraba
desaparecida tras ser privada de su libertad por María Cristina Belmont,
exalumna de Campobello, y su esposo.
En 2017 Google le rindió homenaje a Nellie Campobello por medio de un "Doodle":
Imágenes tomadas de:
(1) INBA.
(2) El Mirador.
(3) Historia-biografía.
Con información de:
(1) Tovar, A. (2013). Mil quinientas mujeres en nuestra conciencia
colectiva. Diccionario biográfico de mujeres de México. Edición de la
autora.
(2) Gobierno de México.
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