Poeta, cuentista, novelista, dramaturgo, ensayista y cronista
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
18-09-06
23-09-06
Nota:
Debido a que Blogger de Google oculta las publicaciones hechas en el
blog antes de dos años a la fecha de hoy a las búsquedas internas
del
público, y en las
búsquedas externas coloca a las mismas como "no seguras", he decidido
volver a publicar todas las semblanzas realizadas en 2016, 2017 y 2018
el
mismo día a que correspondan en las efemérides. Todas las publicaciones
anteriores a junio serán reeditadas el siguiente año, pero puede
accederse
a ellas a través de las Efemérides Mexicanas de este 2020 ya que en
cada fecha se pone la liga a la entrada del blog.
#Semblanza #ElPersonajeDelDía #UnDíaComoHoy 6 de septiembre de 1992 fallece Rafael
Solana, dramaturgo, novelista y poeta, representante del
modernismo y surrealismo del siglo XX. Fundador
de la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro.
Cultivó todos los géneros literarios: poesía,
cuento, novela, teatro, ensayo y crónica.
Rafael Solana nació en el puerto de Veracruz,
el 7 de agosto de 1915.
Fue hijo de Rafael Solana Cinta, conocido por
el seudónimo de Verduguillo, fundador de El Universal, y de Maurilia
Salcedo de Solana.
A los 14 años ya formaba una página del
periódico de su padre.
El seis de enero de 1929 escribió su primer
cuento y fue publicado en dicho diario: Los tres hermanos.
A la edad de 19 años incursionó en la poesía
con la publicación de su primer libro, Ladera
(1934), obra con la que se estrena, género que cultivó hasta 1958.
También publicó Los sonetos (1936).
En 1944 da principio a una segunda etapa
poética al publicar Los espejos falsarios, inspirándose en Dante, Calderón,
Heine y Gustavo Adolfo Becquer, obra con la que anunciaba su término de trabajo
en este género.
A lo largo de 30 años escribió siete libros
de poesía, siendo los restantes: Cinco
veces el mismo soneto (1948), Alas
(1958) y Las estaciones (1958)
El último de sus trabajos poéticos fue la plaquette Pido la palabra (1964),
editada por Juan José Arreola.
Rafael Solana fundó dos revisas de
importancia para su generación, de las cuales fue editor por varios años: Taller Poético (1936-1938) y Taller (1938-1940). En estas revistas
pero en particular en la primera, pretendía reunir a todos los poetas
existentes en México, ya que buscaba la unificación, por ello fue una revista
ecléctica:
“… incluía representantes de todas
las generaciones vivas y de todos los grupos; en ella se recogieron textos
de Jaime Torres Bodet, Carlos
Pellicer, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Enrique González Martínez, Genaro
Estrada,
entre otros- Aparecen además, poemas de Federico
García Lorca.”
(2)
La revista alcanzó cuatro números.
En un grupo que formaban una izquierda juvenil estaba
Rafael Solana junto con Octavio Paz, Efraín Huerta, José Revueltas, Enrique
Ramírez y Ramírez, José Alvarado, Héctor Bernal, Tránsito López y el “Chamaco”
Avalos, los tres últimos se desarrollaron fuera de la literatura. Este grupo
salía por las noches a pegar con engrudo ejemplares de el periódico El machete.
Rafael Solana obtuvo sus primeros éxitos en cuento,
entrando de manera más profesional en 1943 con su libro La música por dentro,
libro integrado por cuentos en torno a la música. Escribió siete libros de
cuentos:
“Además de la Trompeta de 1941, y del premiado
en 1943, también apareció en 1944 Los
santos inocentes, Trata de muertos en 1945, La capilla dorada en 1947 y en 1960 El oficleido y otros cuentos. En 1961 edito un
volumen titulado Todos los cuentos, el cual contenía un
total de 22 historias cortas, entre las que destacan: La trompeta, El concerto, La décima, Los santos inocentes, El padre Silvestre, El arma secreta, El director, El crimen de tres bandas, Cirugía de guerra, El oficleido, entre otros. Con motivo de los cien años de Solana, la Universidad Veracruzana editó en agosto de
2015 el libro titulado: La
trompeta y otros cuentos,
el cual contiene una selección de ocho narraciones.”
Como novelista se inició en 1934 y se reestrena en 1959. En su labor
novelística se encuentra La educación de
los sentidos (1937), obra que se concibió en tres partes. La segunda parte
fue La mujer de sal. La tercera nunca fue escrita.
Posteriormente publicó una trilogía sobre la
Ciudad de México que dio a conocer en un solo volumen con el título El sol de octubre (1959), a la que
siguieron las novelas La Casa de la Santísima (1960), El palacio Maderna (1960), La
pequeña comedia (que había empezado en 1939), Las torres más altas (1969), Viento
del Sur (1970) y Juegos de invierno (1970).
Bosque de estatuas (1971) es un libro póstumo
dentro de su “dodecadología no lograda” en la que pretendía retratar a lo
mexicano, obra en la que nos habla de la burocracia entre 1958 y 1964.
“El sol de octubre es una novela considerada dentro de la llamada “novela urbana”,
calificada así por el escritor Gustavo Sainz quien en su tiempo afirmó, durante
una entrevista de televisión que: “tres novelas marcaron una nueva época para la narrativa mexicana: Casi el paraíso (1956) de Luis
Spota, La región más
transparente (1958)
de Carlos Fuentes y El sol de octubre (1959) de Rafael Solana”
(3)
Como comediógrafo se estrena en 1951. En el
ámbito de la dramaturgia, se le ha considerado un renovador del teatro
mexicano, género por el que fue más reconocido, al ser uno de los primeros en
establecer la comedia como una forma dramática de relevancia para el teatro
nacional. Su primera obra escrita ex profeso para teatro fue Las islas de oro en 1951, estrenada al
año siguiente, a la cual le siguieron 33
obras más. Antes de iniciarse en la dramaturgia ha escribía adaptaciones de
comedias para radio.
En 1953 estrena Sólo quedaban las plumas. Para
1954 escribe Debería haber obispas,
para María Tereza Montoya. Es su comedia más traducida y representada:
“según Jovita Millán,
miembro del Centro de Investigaciones Teatrales Rodolfo Usigli (Citru), se
encuentra entre las cuatro obras
de teatro que más veces ha
subido a la escena nacional. Jovita afirma que ha sido representada cerca de
diez mil ocasiones, y que se encuentra tan sólo detrás de Once y doce de Chespirito, del Extensionista de Felipe Santander y tal
vez antes de Cada quien su vida de Luis G. Basurto.”
Fue colaborador asiduo de los periódicos de
la época en donde realizó crónicas teatrales.
Entre su obra ensayística publicó un libro
monográfico sobre la figura de Verdi, libro favorablemente recibido por muchos
lectores.
Se está organizando, por parte de la Comisión
Iberoamericana de Derechos Humanos, con impulso al desarrollo periodístico en América Latina, la entrega del premio
Rafael Solana, para ser otorgado el 3 de mayo de 2019, el Día Mundial de la
Libertad de Prensa. Se abrirá a 13 categorías, entre ellas nota, reportaje,
crónica, fotografía y otras.
Fallece el 6 de septiembre de 1992.
Imágenes tomadas de:
(1) Siempre.
Con Información de:
(6) El Universal.
D. R. 2018 Darío Aguirre
D. R. 2023 Darío Aguirre
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