Fundación de San Cristóbal de las Casas
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
17-03-31
24-03-31
#Efemérides, #EfeméridesMexicanas, #UnDíaComoHoy 31 de marzo de 1528
en el entonces valle de Hueyzacatlán el conquistador español Diego de
Mazariegos funda la villa Real de San Cristóbal, actualmente conocida como San
Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Catedral de San Cristóbal de las Casas. |
Cerca del majestuoso Huitepec, actual zona de
reserva ecológica en el municipio de San Cristóbal de las Casas, se encuentra
el valle de Hueyzacatlán, que significa en nahua “junto al zacate grande”.
Dicho lugar y el propio zacate eran verdes, no secos. El nombre original del
lugar era Jovel que significa “zacate pajón”. Ese zacate crecía grande y verde.
Actualmente “zacatón” denomina al zacate que crece bastante. Ese lugar para los
tzetzales simbolizaba un lugar de esperanza (versión romántica del simbolismo
no confirmada por quien esto escribe).
El Municipio de San Cristóbal de las Casas como distrito electoral. |
En ese lugar Diego de Mazariegos fundó el 31 de
marzo de 1528 la Villa Real de Chiapa, de los Españoles, con dicho nombre ya
que el origen de su fundador era de un lugar llamado Villa Real.
Templo del Barrio de El Cerrillo. |
Dejamos correr la tinta de Viqueira (2007) quien cuenta
“muy sabroso” cómo ocurrieron los acontecimientos previos a la fundación de la
ciudad:
“Por
otra parte, también en 1527, en México-Tenochtitlán, el tesorero Alonso de
Estrada, máxima autoridad política de la Nueva España en ese momento, ordenó la
fundación de una ciudad española en Chiapas para limitar el poder de sus
enemigos los conquistadores viejos de Espíritu Santo.
Para
cumplir con ese objetivo, el tesorero envió a su primo Diego de Mazariegos al
frente de una tropa compuesta por españoles y auxiliares indios, con el título
de capitán y teniente de gobernador. Mazariegos hizo su entrada a Chiapas,
viniendo del Istmo de Tehuantepec, en febrero de 1528. Los zinacantecos lo
recibieron en Jiquipilas y lo acompañaron hasta Chiapa en donde los españoles fundaron
la Villa Real de Chiapa en los primeros días del mes de marzo. Fue ahí donde
Mazariegos se enteró de la presencia de las tropas de don Pedro de
Portocarrero.
Después
de una primera entrevista entre los jefes rivales que tuvo lugar en Huixtán y
en la que acordaron pedir a México que resolviera quién debía poblar la región,
Mazariegos decidió trasladar, al Valle de Jovel, la Villa Real que acababa de
fundar junto a Chiapa, con el fin de estar en mejores condiciones de disputar
el control de la región a su rival venido de Guatemala. El traslado se llevó a
cabo el 31 de marzo.” (p. 32-33)
Calle turística, calle comercial, calle indígena. |
Camacho, Lomelí y Hernández (2007) mencionan que:
“…en
las primeras etapas de la política de integración de los pueblos indios al
Estado nacional, San Cristóbal se convirtió en el centro rector, como le llamó
Gonzalo Aguirre Beltrán, es decir, era la ciudad que estaba rodeada por pueblos
indios, y a la que llegaban todos los caminos. Aquí era el centro mercantil
donde los indios venían a comprar y vender sus productos, también tenían que
llegar aquí para realizar trámites o realizar estudios, hasta que las escuelas
después de la segunda mitad del siglo XX llegaron a sus comunidades.” (p. 16)
Derribo de la estatua dedicada a Diego de Mazariegos en 1992. |
Y previamente anotan:
“No
podemos dejar de reconocer la importancia económica, política y social
de esta
ciudad en las diversas etapas de la historia chiapaneca, ello
independientemente de la postura que cada quien tenga. En la división
que se ha
hecho en la historia mexicana, entre conservadores y liberales, a San
Cristóbal
se le ha considerado como parte de la región conservadora, al igual que
Comitán, contraponiéndose a la liberal Tuxtla y Chiapa de Corzo, por
hablar de
ciudades importantes. Los acontecimientos y el momento histórico
obligaron a
realizar esa división, tanto por las posturas políticas como por las
prácticas
sociales y económicas que tenían los habitantes de cada una de estas
ciudades;
sin embargo, ello no es tan sencillo en el terreno de los hechos
actuales.
Siempre será necesario recordar que la ciudad de San Cristóbal ha sido
uno de
los esenarios [sic] centrales de la vida de Chiapas, no sólo por haber sido capital de la
provincia en la época colonial y capital del estado hasta 1912, sino porque ha
sido asiento del nudo social de lo indio y lo mestizo.” (p. 15)
Al respecto de considerar a San Cristóbal "capital cultural", anotamos lo dicho por los autores citados
previamente:
“Actualmente
se ha criticado el hecho de llamar la capital cultural de Chiapas a San
Cristóbal, pero lo cierto es que es un lugar donde existe gran cantidad de
universidades públicas y privadas que ofrecen diversas carreras, tanto dentro
de las ciencias sociales y las humanidades como de la administración y el
derecho. San Cristóbal tiene el mayor índice per cápita en Chiapas en la oferta
de educación superior e investigadores, es el lugar donde se desarrollan la
mayor cantidad de investigaciones y de eventos académicos al año, aunque no
sean sobre la ciudad. También en San Cristóbal hay una variedad de asociaciones
civiles u organizaciones dedicadas al estudio y fomento de la cultura; sólo por
mencionar algunas, están el Seminario de Cultura Mexicana, el Espacio Cultural
Jaime Sabines, la Sociedad Mexicana de Geografía, la Sociedad de Escritores
Sancristobalenses, y otras de índole oficial; por lo que hay estudios sobre la
historia de la ciudad, la construcción de los barrios, las estructuras de
población, las actividades económicas, las formas de vida, temas que aún se investigan
y se discuten cuando se habla de la ciudad.” (Camacho et al, 2007, p. 16).
Referencias:
Camacho,
Lomelí y Hernández, Coords. (2007). La ciudad de San Cristóbal De las Casas, a
sus 476 años: una mirada desde las ciencias sociales. Gobierno del Estado de
Chiapas. Disponible en Internet: www.conecultachiapas.gob.mx/publications/download/20150930sancristobal.pdf
[17/03/18]
Viqueira,
J. P. (2007). Historia crítica de los barrios de Ciudad Real. En Camacho, et al
(2007), pp. 29-59.
D. R. 2017. Darío Aguirre
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