El científico ambientalista
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
17-03-19
24-03-19
#Semblanza #ElPersonajeDelDía #UnDíaComoHoy 19 de marzo, pero de 1943, nace Mario
J. Molina, científico mexicano especializado en química atmosférica
quien descubrió los efectos dañinos del CFC en la capa de ozono y las
consecuencias funestas para el planeta. Ganó por ello el premio Nobel de
Química en 1995.
En uno de sus laboratorios. |
Cursó estudios en la Facultad de Química de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) , y realizó un posgrado en
Alemania y el doctorado en la Universidad de California, en Berkeley, en 1972.
En 1973 se convirtió en investigador asociado en la
Universidad de California en Irvine, en donde fue nombrado miembro del
profesorado en 1975, realizando sus propias investigaciones sin atenerse a lo
que le pidieran en un proyecto específico sino los suyos propios.
En 1982 ingresó a la Jet Propulsion Laboratory investigando en Física y Química
molecular, y en 1989 regresó al ambiente académico en el Instituto Tecnológico
de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) y gracias a su labor, adquirió
la ciudadanía estadounidense y fue nombrado profesor titular en 1997.
Dictando una conferencia. |
Desde 2005 es profesor de la Universidad de
California en San Diego.
Es miembro honorario de El Colegio Nacional, en
México y miembro notable de la Academia Pontificia de las Ciencias, en Roma.
Fue designado asesor del equipo de transición del
presidente Barack Obama para cuestiones del medio ambiente en 2008 y
actualmente preside el Centro Mario
Molina para Estudios Estratégicos sobre
Energía y Medio Ambiente.
Siendo premiado por el entonces presidente Barack Obama con la Medalla de la Libertad. |
A consecuencia de sus investigaciones en 1994 se
firmó un tratado internacional, el Protocolo de Montreal, prohibiendo la
fabricación de CFC (cloro-fluoro-carbono).
Nuestro científico recibió, junto con Sherwood
Rowland el Premio Nobel de Química en 1995 por los estudios de ambos en
establecer la relación existente entre el agujero de ozono y los componentes de
cloro y bromuro en la estratósfera. Por otra investigación paralela y
complementaria, sobre el efecto de los gases contaminantes como destructores de
la capa de ozono, también se le entregó el premio ese año al holandés Paul
Crutzen, del Instituto Max Planck.
Premio Nobel, anverso y reverso. |
El mismo año el Programa para el Medio Ambiente de
la ONU (UNEP) también premió a los tres científicos por su contribución al
conocimiento de los mecanismos de años de la capa de ozono y sus propuestas
para la protección de la misma.
Es una de las figuras más representativas del sector
científico comprometido con las causas medioambientales y la lucha contra la
contaminación de diversos tipos.
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