Descifrando los glifos aztecas
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
18-07-31
#Semblanza, #Efemérides, #EfeméridesMexicanas,
#UnDíaComoHoy 31 de julio de 2004 fallece Joaquín Galarza, investigador de los
textos aztecas con el método fonético-fonológico y semántico-morfológico que
permite la transcripción y lectura de los glifos.
Nació en San Luis Potosí el 2 de octubre de
1928.
Realizó estudios de licenciatura en …
Obtuvo la maestría y el doctorado den letras
en la Facultad de filosofía y letras de la Universidad Nacional Autónoma de
México.
Su conocimiento el francés le permitió
realizar estudios en parís donde obtuvo el diploma superior de bibliotecario.
Con esta profesión trabajó en el fondo mexicano de la Biblioteca Nacional de
París, obteniendo un primer contacto con los códices mexicas.
También trabajó en la Biblioteca del Museo
del Hombre (Bibliothèque spécialisée du Musée de l'Homme), también en París.
Con las anteriores experiencias se despertó
en el investigador el interés por despertó
el interés por el estudio de la etnología con el fin de acercarse más al
contenido de los documentos indígenas. Por ello obtuvo el doctorado en
etnología en la Universidad René Descartes (heredera de la Sorbona) y más
adelante y posteriormente el doctorado de estado en letras y ciencias humanas
en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en Francia.
En trabajo de campo. |
Galarza obtuvo los grados anteriores con dos
tesis sobre documentos coloniales: Lienzos
de Chiepetlan, en la que estudió documentos del estado de Guerrero; y Codex de Zempoala, manuscrito indígena
del Estado de Hidalgo, México. En ellos pone los cimientos de las propuestas
metodológicas para el estudio de los códices, siendo ya tratados clásicos
fundamentales para el estudio científico y exhaustivo de la escritura
tradicional azteca.
“El principal y más conocido
aporte de Galarza es el estudio de los códices desde un enfoque etnológico, que
lo llevó a plantear y proponer un método científico para el desciframiento y
lectura de los manuscritos indígenas tradicionales, cuyos resultados sirvieron
de base para la teoría de la escritura azteca, en particular, y mesoamericana en
general, así como para la continuación de los estudios sistemáticos y
contrastables por él mismo y por otros investigadores.” (1)
Él propuso el concepto de “manuscritos
indígenas tradicionales” que ahora es aceptado en el medio, lo que implica que
se acepta que los glifos o dibujos son en realidad un lenguaje escrito basado
en la imagen codificada, idea fundamental para el entendimiento de los códices.
Consideraba que los manuscritos pictóricos indígenas tradicionales o códices
eran un todo coherente y autónomo, que
poseen una “organización interna determinada por composiciones plásticas de
elementos gráficos que obedecen a una convención artística, producto de la
cosmovisión azteca en particular, y mesoamericana en general.” (1)
Anteriormente, en el análisis de los códices se empleaban los cánones del arte
europeo.
Una de sus intenciones en su trabajo de campo
era el aprendizaje de la lengua considerada más cercana a la que hablaron y
escribieron en los códices los antiguos tlacuilos o pintores-escritores.
También hizo recopilación de información y
material etnográfico en Santa Ana Tlacotenco, en Milpa Alta, Distrito Federal,
fundamental para el conocimiento de esa cultura local.
Destacó la existencia de técnicas femeninas
como el tejido tradicional de telar de cintura y formación de la urdimbre con
palos en el piso. En cuanto a las técnicas masculinas destaco la agricultura
del maíz, el maguey, el nopal y otros cultivos. Su obra destacada al respecto
es: Tlacotenco Tonantin Santa Ana.
Tradiciones: Toponimia, técnicas, fiestas, canciones, versos y danzas y
otros materiales.
Lámina del Códice Mendoza. |
Promovió, en sus investigaciones, la función
de “antropólogo-colaborador” en lugar de la de “antropólogo-informante” de modo
que la persona con la que se investiga y obtiene información se convierte en un
participante activo, respetándose su
autoría, siendo el investigador un orientador para la expresión de la cultura.
Impulsó, junto con su colaborador Carlos
López Ávila, sabio de Tlacotenco, una obra única en su género: Hablemos náhuatl (I y II) y Conversación náhuatl-español. Método
audiovisual para la enseñanza del náhuatl. “Estos manuales fueron —y siguen
siendo— el único material que considera al idioma náhuatl como lengua viva y
que puede ser enseñado a través de medios audiovisuales como una lengua
centrada en la comunicación y en la conversación cotidiana.” (1)
En el campo de la enseñanza desarrolló
algunas técnicas: 1) registros detallados y sistemáticos en fichas de
información obtenida mediante la
observación y el desglose de los elementos mínimos que conforman las imágenes
de un códice para facilitar su manejo; 2) el dibujo de cada glifo de forma
detallada, hasta la reproducción del total del contenido en el códice,
permitiendo que el alumno afine y sensibilice la observación detallada, lo que
ayuda a comprender “al tlacuilo en los trazos y las recurrencias o variantes
del dibujo”; 3) para la enseñanza del método de lectura de los manuscritos
indígenas tradicionales propuso la elaboración de maquetas con las
reproducciones hechas de cada glifo, logrando una tercera dimensión de las
páginas del códice; 4) el trabajo de campo y de archivo para contrastar los
datos obtenidos en el análisis del códice y para su comprensión.
Realizó muchos otros aportes al estudio
sistemático y científico de los códices.
Una película documental basada en el método
galarziano de análisis de los códices es la película-documental Tlacuilo, el
que escribe pintando (1987) de Enrique Escalona.
Portada de la película Tlacuilo. |
Aquí una liga a esa película aunque la imagen
está deformada: Tlacuilo.
Véase esta página para consultar algunos
códices: Alianza anahuaca.
Aquí el códice Mendoza (como referencia
cultural): Polemología.
Imágenes tomadas de:
(1), (2) Desacatos.
(3) Polemología.
(4) Capitán Cómics.
Referencias.
(1) Recillas, Miguel Ángel. (2006). Joaquín
Galarza, el científico y el hombre: su legado a México y a la humanidad.
Desacatos, núm. 22, septiembre-diciembre, pp. 181-190. Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Distrito Federal,
México. Disponible en internet: Desacatos.
D. R. 2018 Darío Aguirre
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