El compositor sacro y nacionalista
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
18-07-26
#Semblanza, #Efemérides,
#EfeméridesMexicanas, #UnDíaComoHoy 26 de julio de 1956 muere el compositor,
organista, director de coro y orquesta, profesor y musicólogo católico Miguel Bernal Jiménez, especialista en música
sacra.
Su nombre completo fue José Ignacio Miguel Julián Bernal Jiménez y
nació el 16 de febrero de 1910 en Morelia, Michoacán.
Comenzó su carrera musical a los siete años
de edad en el Colegio de Infantes de la Catedral de Morelia y para 1920 en el
Orfeón Pío X, que posteriormente se llamó Escuela Superior de Música Sagrada.
Allí obtuvo la Licencia Gregoriana en 1927.
Escribió sus primeras composiciones para
órgano (Al amigo fiel) y voz (Aves sin nido).
“Como estudiante de la Escuela
Superior de Música Sacra de Morelia, creaba partituras convencido de que al
componer expresaba acercamientos a dimensiones incomprensibles de la vida.” (1)
En 1928 viajó a Roma para estudiar en la
Pontificia Scuola Superiore di Musica Sacra; y, gracias a su dedicación, entre
1929 y 1933 obtuvo las maestrías en Composición Sacra, Canto Gregoriano y
Órgano. Con un miedo infundido en su educación religiosa tenía acciones que
rozaban en lo ridículo: evitaba ir a museos para no contemplar desnudos y
cuando vio a Pío XI se le lanzó a los pies.
Perfil intelectual. |
Ya de regreso a nuestro país en 1933 fue
organista de la Catedral de Morelia y profesor en la Escuela Superior de Música
Sagrada y en la Escuela Popular de Música de Morelia.
Entre 1938 y 1945 fundó y dirigió la sociedad
Amigos de la Música, la revista de
cultura sacro-musical Schola Cantorum,
el Coro de los Niños Cantores de Morelia y el Conservatorio de Las Rosas. De
1952 a junio de 1956 ejerció como decano de la Facultad de Música de la Universidad
de Loyola, en Nueva Orleáns.
“A Manuel M. Ponce le dedicó su
Cuarteto virreinal (1939), obra donde se asume compositor del siglo XVIII y
toma populares temas novohispanos (como las canciones infantiles “A la víbora
víbora de la mar” y “Naranja dulce, limón partido”) y juega a variar sus
alegrías.
“La música antigua se convirtió
en su pasión. Descifró las partituras guardadas en el Colegio de Santa Rosa
(tarea que a veces demandaba cálculos matemáticos para resolver signos de
silencio) y descubrió maestros desconocidos, como Francismo Maratilla y dos
Antonios: Rodil y Sarrier.” (1)
Difigiendo un coro. |
Bernal Jiménez era un fervoroso creyente
católico, y al mismo tiempo estaba convencido y amaba enormemente la música de
nuestras raíces. Por ello su producción musical estuvo orientada por esas
vertientes: la de la música religiosa y la del nacionalismo.
“Ambos caminos, que para
cualquiera podrían parecer dispares, nutrieron la imaginación de Bernal Jiménez
con fuerza, con un estilo inconfundible, plena de una originalidad que muchos
hubieran envidiado pero que era existente sólo en unos cuantos.” (2)
Escribió varios cientos de obras musicales, entre
las que podemos mencionar Tres Cartas de
México, Noche en Morelia, la Sinfonía
Hidalgo, el drama sinfónico Tata
Vasco (primera ópera mexicana del siglo XX estrenada en Europa: 20 de
febrero de 1948 en el Teatro Madrid y escrita después de su luna de miel casado
con su amada Kitty Macouzet, 11 años menor que él) y Tres Sones Tarascos.
“Musicalmente, recorre la
historia de la música (conviven cantares juglares con polifonía e imponentes
construcciones impresionistas con melodías casi desnudas). Y el drama es una
sucesión de contrastes (rudeza y ternura; matrimonio tras una muerte
sangrienta).” (1)
En el repertorio musical de nuestro país,
figura al lado de maestros como Manuel M. Ponce, Blas Galindo, Silvestre
Revueltas, José Pablo Moncayo, Carlos Chávez y Manuel Enríquez, entre otros,
como compositores notables que con su obra consolidaron el llamado movimiento
“Nacionalismo mexicano”.
Ya en
los 50 fue considerado “obsoleto” pero Stravinsky, en un viaje a nuestro país
visitó únicamente a Bernal Jiménez y no a otros músicos. Por su parte Y Manuel
Enríquez “se acercó a él para aprender a componer a partir de sus ideas (“crear
una identidad de clima entre texto y música sin caer en exageraciones”) sobre
cómo hacer música sacra.” (1)
Murió muy joven, el día 26 de julio de 1956,
pero su obra es monumental. La causa de su muerte fue un infarto masivo y a los
pocos meses nació su onceavo hijo.
“Dos de sus más interesantes
partituras están en el olvido: el ballet Los tres galanes de Juana de Asbaje
(1951), cuya trama propone que tras coquetear con el amor y la sabiduría Sor
Juana eligió irse con el Cristo bañado en Sangre; la Misa Aeterna Trinitatis
(1942), que de acuerdo con la ideología trinitaria del Ordinarium Missae, se
basa en tres temas representativos del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.” (1)
Inició un nacionalismo musical sacro
mexicano, que es único en la historia del mundo, en un ambiente donde, debido a
la Ley Calles, ser católico era un crimen.
En su
honor, en Morelia, una calle lleva su nombre, su retrato en bronce se encuentra
en la Calzada de los Michoacanos Ilustres en el Centro de Convenciones y en el
Conservatorio de las Rosas existe una estatua del compositor, además, el
Festival Internacional de Música de Morelia se denomina “Miguel Bernal
Jiménez”.
Aquí algunas de sus composiciones:
Cuarteto Virreynal.
Kalenda de Navidad.
Un imperdible: Concierto para Órgano y orquesta.
Suite Antigua Valladolid.
Ópera Tata Vasco (primer cuadro):
Sinfonía Hidalgo.
Con
información de:
(1)
Milenio.
(2)
Morelianas.
Imágenes
tomadas de:
(1)
Milenio.
(2)
Morelianas.
(4) y
(5) Wikipedia.
D. R.
2018 Darío Aguirre.
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