Estadista y visionario
Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
17-05-21
#Semblanza, #Efemérides,
#EfeméridesMexicanas, #UnDíaComoHoy 21 de mayo de 1895 nace en Jiquilpan, Michoacán,
Lázaro Cárdenas del Río, quien se distinguirá como revolucionario, militar y
brillante estadista. En 1928 será electo gobernador de su Estado y ascenderá a
general de división. En 1934 será electo presidente de la República para
el período 1934-1940, durante el cual le corresponderá efectuar la
Nacionalización de la Industria Petrolera Mexicana y la fundación del Instituto
Politécnico Nacional. Ha de morir en la ciudad de México, el 19 de octubre de
1970.
Lázaro Cárdenas del Río, presidente. |
Nació
el 21 de mayo de 1895 en el barrio de la Puentecita en Jiquilpan de Juárez,
Michoacán. Estudió hasta el cuarto año de primaria.
Al
trabajar con su abuelo tuvo contacto con los indígenas y los abusos de que eran
víctimas
En
1909 ingresó a trabajar, a los catorce años de edad, a la Oficina de Rentas de
Jiquilpan. En su función requirió del desarrollo de una muy buena caligrafía.
En
1911, al morir su padre, se vio en la necesidad de asumir la responsabilidad de
mantener a su familia.
Comenzó
a trabajar en la secretaría de la Prefectura y después como tipógrafo en la
imprenta La Económica, propiedad de Donaciano Carreón, de ideas liberales y
revolucionarias que influyeron a la formación política de Cárdenas. Don
Donaciano vendió su imprenta a sus trabajadores, incluido Cárdenas.
Por
haber impreso algún texto revolucionario fue perseguido por huertistas, así que
se enlistó en las fuerzas como capitán segundo bajo las órdenes del general
zapatista Guillermo García Aragón. Cárdenas, por su caligrafía, se encargaba de
la correspondencia. Más adelante trabajó en la columna de Martín Castrejón la
cual se disolvió a finales de ese año.
Cárdenas
se reintegró a las fuerzas revolucionarias antihuertistas en julio de 1914 bajo
las órdenes de Lucio Blanco. Al caer el gobierno federal de Victoriano Huerta a
finales de 1914 Cárdenas pasó a combatir a los zapatistas.
En su juventud militar |
Intentó
ponerse a las órdenes del general José María Maytorena en Sonora pero al ver
que se había unido a Villa, Cárdenas se dirigió a Agua Prieta y se puso a las
órdenes del general Calles quien se convirtió en su amigo y protector.
Bajo
el mando de Calles, Cárdenas combatió a los indios yaquis sublevados, combatió
en Nayarit, Jalisco y Michoacán a los villistas de Inés Chávez García, en ese
momento considerados rebeldes. Con el triunfo de los revolucionarios
constitucionalistas regresó a Michoacán a perseguir bandidos en la región.
Fue al
estado de Veracruz a combatir guardias blancas al servicio de petroleras
extranjeras. En 1918 ascendió a coronel.
Desde
la Huasteca se adhirió al Plan de Agua Prieta, promovido por los sonorenses
Obregón, De la Huerta y Calles en contra del presidente Carranza, quien
pretendía imponer a Bonillas como su sucesor. Carranza pretende ir a Veracruz
custodiado por cadetes del Colegio Militar. Sin embargo las vías de tren habían
sido dinamitadas, por lo que al salir de la estación de Aljibes en Puebla, se
dirigió a la Sierra Norte del estado de Puebla. Cárdenas pretendió alcanzarlo
con el fin de protegerlo de algunos seguidores del Plan de Agua Prieta que
pretendían matarlo pero no lo alcanzó. Carranza llegó a un pueblo llamado
Tlaxcalantongo, Puebla, siendo asesinado en la madrugada del 21 de mayo de 1920
por el general Rodolfo Herrero.
Al
triunfar el Plan de Agua Prieta, Adolfo de la Huerta fungió como presidente
interino y ascendió a Cárdenas a general brigadier. Fue comisionado a Michoacán
y allí recibió el gobierno interino de manos de Pascual Ortiz Rubio, estando a
cargo algunos meses y después lo entregó a Francisco J. Mújica, quien había
ganado las elecciones de septiembre de 1920. Entonces Cárdenas fue asignado al
Istmo de Tehuantepec.
En su juventud |
Al
finalizar el gobierno de Obregón el Partido Liberal Constitucionalista, que había
sido la base de los rebeldes aguaprietistas contra Carranza, se dividió en dos
facciones, unas apoyando a Obregón que pretendía que imponer a Plutarco Elías
Calles y por el otro a los delahuertistas que apoyaban a Adolfo de la Huerta.
En
1923 Cárdenas fue herido por los generales delahuertistas Rafael Buelna y
Enrique Esterada, pero fue enviado por ellos a Guadalajara para ser atendidos y
después liberado. Ese mismo año Cárdenas dejará escapar a Francisco J. Mújica
en lugar de asesinarlo como lo ordenó Obregón.
Cárdenas
fue asignado como comandante a la Zona militar de las Huastecas y en 1924 fue
ascendido a general de brigada.
En
1925 participó en el arreglo de los sindicatos y las empresas petroleras
extranjeras, donde se percató de las condiciones de los trabajadores mexicanos
y el saqueo de los recursos petroleros.
Ante
la ley petrolera promulgada por Calles, los petroleros extranjeros lo
calificaron de “bolchevique” y, en colusión con la embajador norteamericano
James R. Sheffield, amenazaron con una invasión norteamericana, por lo que
Cárdenas fue ordenado quemar los pozos petroleros en caso de que así ocurriera.
Como militar |
El 1º
de abril de 1928 Cárdenas fue nombrado general de división. Y ese mismo año fue
postulado como candidato al gobierno del estado de Michoacán, emprendiendo una
campaña política pueblo por pueblo.
Gobernó
cinco años desde septiembre de 1928 a 1932, aunque de forma no continua para
realizar algunos cargos temporales.
En su
gestión ofreció amnistía a los cristeros sublevados por parte de la iglesia
católica, quienes pretendían no se aplicaran los artículos 3º, 27 y 123 de la
Constitución de 1917. Al acceder los rebeldes la rebelión se debilitó en su
estado.
Desde
joven había mostrado el gusto por conocer personalmente a personas y lugares y
a tejer redes de amistad. Como pretendía hacer reformas sociales consultó al pueblo, escuchando en particular
a los grupos más pobres, estimulando la formación de agrupaciones obreras y
campesinas.
Reorganizó
y unificó alas fuerzas políticas del estado, impulsando la creación de la
Confederación Regional Michoacana del Trabajo, con más de cuatro mil comités y
cien mil miembros. Promovió la organización de los maestros para que se convirtieran en agentes de
transformación social.
Con el
fin de contrarrestar la oposición de los grandes terratenientes al
fraccionamiento de tierras, creó 8 municipios en el estado.
Aunque
creó la ley 75 con el fin de expropiar bienes por causa de utilidad pública,
pero fue anulada más tarde por el poder legislativo a instancias del presidente
Pascual Ortiz Rubio.
Cárdenas
inició el reparto agrario, aunque con la resistencia de Calles (quien gobernaba
detrás de la presidencia de Ortiz Rubio -el cual había recibido un atentado y
se encontraba muy mal de salud-), los hacendados y muchos de los peones
acasillados que temían dejar la dependencia entre patrones y trabajadores.
En campaña presidencial |
Canceló
los contratos con empresas forestales extranjeras en las comunidades indígenas
para recuperar los bosques a favor de éstos.
Agilizó
los trámites legales de dotación de tierras y estableció créditos agrarios de
refacción; además buscó que ese estableciera la jornada laboral de ocho horas,
el salario mínimo y la asistencia médica; también estableció la obligación de
crear escuelas en las haciendas y estuvo en contra del fanatismo religioso y el
alcoholismo. Todas estas acciones le dieron un prestigio entre las clases
bajas.
Estallando
la rebelión escobarista, Cárdenas solicitó permiso al Congreso para
incorporarse al ejército y combatió a los nuevos rebeldes derrotándolos pronto.
Habiendo recibido un millón de pesos para los gastos de campaña, en un acto de
honestidad reintegró setecientos mil no utilizados y regresó a cumplir sus
funciones de gobernador.
Dejó
la gubernatura el 15 de octubre de 1930 temporalmente para apoyar la candidatura
de Pascual Ortiz Rubio, asumiendo la presidencia del Partido Nacional
Revolucionario (PNR. Al ganar Ortiz Rubio lo nombró secretario de Gobernación,
cargo que ejerció algo más de un mes, pero en octubre de 1931 reanudó sus
funciones como gobernador hasta que concluyó su mandato oficial.
Habiéndose
casado con Amalia Solórzano, con oposición de su familia, aceptó un puesto
menor como comandante militar de Puebla.
En
enero de 1933 fue nombrado secretario de Guerra y Marina en el gobierno de
Abelardo L. Rodríguez, el cual había mostrado una cierta independencia del ex-presidente
Calles (recordemos que estamos narrando hechos en lo que se llamó el Maximato,
donde Calles era el gobierno detrás del trono). En el cargo reafirmó el domino
de México sobre las islas Revillagigedo y fortaleció a la marina armada con
nuevos barcos.
A
finales de 1933 el PNR elaboró un plan de gobierno para quien resultara
candidato presidencial, el cual resultó ser más radical de lo que los callistas
mismos pretendían, no obstante que había sido promovido por ellos. Allí se
indicaba que la “revolución mexicana” (de ese entonces) debía basarse en la
doctrina socialista, logrando el ascenso de la clase obrera y el control de los
medios de producción. Aprobándose el 6 de diciembre el “Plan Sexenal”, Cárdenas
ganó la candidatura presidencial por el partido, aunque la misma había sido
apoyada por fuerzas divergentes, por intereses encontrados (algunos de ellos
contra Calles) y por agendas personales.
Presidente |
Cárdenas
inició su campaña en Querétaro el 8 de diciembre de 1933, recorriendo 27 mil
kilómetros, con el lema “Trabajadores de México, uníos”, y terminado en
Durango. Su campaña fue difundida por radio, lo que le dio ventaja sobre sus
competidores, siendo Abelardo Tejeda Morales, ex-gobernador de Veracruz, quien
competía por el Partido Socialista de Izquierdas (PSI). Por otra parte el
trabajador ferrocarrilero Hernán Laborde fue apoyado por el Bloque Unitario
Obrero Campesino (BUOC). También estaban Antonio I. Villareal por parte de la
Confederación Revolucionaria de Partidos Independientes (CRPI). Cárdenas ganó
con el 98.1% con más de 2 millones doscientos mil votos.
En una
página de internet se anota sobre las condiciones que influyeron en el gobierno
de Cárdenas:
“El gobierno de Cárdenas se inició en un ambiente internacional
marcado por la depresión económica y la posibilidad de una nueva conflagración
mundial. En primer lugar, la depresión provocó, a nivel general, la
intervención económica y social del Estado a favor del bienestar social de las
masas empobrecidas por la crisis de 1929, intervención que coincidió con la
ideología de la Revolución Mexicana de que el Estado debía ser un instrumento
de progreso y de justicia social, con lo cual disminuyó la sospecha de que en
México dominaba el “bolcheviquismo”; además, la contracción de los mercados
internacionales, obligó a los países exportadores como el nuestro, a basar más
su crecimiento económico en la expansión de su mercado interno. En segundo
lugar, la “política del buen vecino” de los Estados Unidos que privilegiaba la
negociación sobre la fuerza, así como la inminencia de una nueva guerra mundial
permitió mayor libertad de maniobra a los gobiernos nacionalistas que
pretendían recuperar sus recursos naturales para sus naciones, pues alejaba la
posibilidad de una respuesta armada de parte de las potencias afectadas, las
cuales, en ese momento, estaban más ocupadas en prepararse para un esfuerzo
bélico de dimensiones mundiales. En tercer lugar, la situación estratégica de
México respecto a Estados Unidos, motivó la injerencia del nazifascismo en los
asuntos internos de México mediante el patrocinio de movimientos de derecha que
buscaban derrocar al gobierno cardenista y sustituirlo por otro más afín a los
intereses del Tercer Reich.” (Memoria política de México, s/p)
Cárdenas
asumió la presidencia el 30 de noviembre de 1934. Acondicionó el antiguo rancho
de La hormiga como residencia, lo que llegó a llamarse “Los Pinos”, con ello
abandonaba la costumbre de vivir en el Castillo de Chapultepec, el cual
convirtió en museo.
Por
diferencias ideológicas con Calles, quien se basaba en el fomento al
capitalismo clásico, Cárdenas se fue alejando con él, ya que creía en la
movilización de las masas, considerando al Estado como árbitro y conductor de
la lucha de clases. A pesar de ese problema, la influencia de Calles en buena
pate del ejército y otros ámbitos era alta, por lo que Cárdenas incluyó en su
primer gabinete a muchos recomendados de Calles.
Cárdenas
entonces se puso a fortaleces a las organizaciones de masas que podían
respaldar las acciones nacionalistas y revolucionarias que pretendía hacer,
entre ellas la Confederación General de Obreros y Campesinos de México, la
Federación de Trabajadores del DDF y diversos sindicatos: ferrocarrileros,
petroleros, tranviarios, taxistas, alijadores, electricistas, mineros, choferes
y muchos otros de carácter popular. Buscaba la formación de una organización
central obrera única y la no formación de sindicatos blancos. Se fomentó entonces
la huelga y muchas de ellas fueron de apoyo.
Obviamente
los empresarios se opusieron a estas políticas y amenazaron con parar sus
negocios. Como Calles tomó posición por los empresarios, Cárdenas ordenó la
renuncia de todos los callistas de su gabinete. Previamente había establecido
una ley que prohibía los juegos de azar enero de 1935, lo que había afectado
negocios de callistas como el Casino de
la Selva de Cuernavaca, el Foreing
Club en la cercanía de la ciudad de México y el Agua Caliente en Tijuana. Calles salió del país pero regresó a
fines de año por lo que Cárdenas tomó medidas contra todos los posibles
rebeldes: desaforó diputados y senadores callistas; sustituyó gobernadores y
militares callistas; se anuló la elección de hijo de Calles en Nuevo León y fue
enjuiciado por contrabando; se realizaron manifestaciones multitudinarias
anticallistas y el mismo partido PNR expulsó a Calles de sus filas.
En
1936 se integró la Confederación de Trabajadores de México (CTM), siendo la
central sindical única. Y en abril de ese años Cárdenas expulsó a Calles del
país, además de algunos seguidores como Morones, Luis León y Melchor Ortega,
poniendo así fin al Maximato.
Con el
fin de lograr diálogo con los empresarios formó dos organizaciones nacionales:
la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (CONCANACO) y la confederación
Nacional de Cámaras de Industria (CONCAMIN).
Ante
la grave situación social y el posible estallido, Cárdenas busca promover la
reconciliación emitiendo la Ley de indulto para todos aquellos que tomaron
parte en movimientos en contra del Gobierno, cancelándose procesos pendientes,
permitiendo en regreso de importantes personajes de la milicia y la política.
Cárdenas
enfrentó diversos problemas que supo resolver, entre ellos el neofascismo
internacional del Instituto Iberoamericano, que buscaba formar quintas
columnas, la Falange Exterior FE y las organizaciones de apoyo a Franco.
Cárdenas
buscó la mayor participación del Estado en la radio y apoyó a Guillermo
González Camarena en el desarrollo de la televisión. Fundó además La Hora
Nacional en julio de 1937.
Con un
manifiesto del 18 de diciembre de 1937 convocó a la formación del Partido
Nacional de los Trabajadores y Solados, con hegemonía de las agrupaciones
sociales, dando así pie a la formación de un ejército unificado, permitiendo
que los diversos gremios y el sector femenino tuvieran acceso a los cargos de
representación popular y a la dirigencia del partido. Para 1938 funda el
Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Muchas
otras fueron las contribuciones de Cárdenas a la conformación del México
Actual, pero es el la expropiación petrolera el acto por el que es más
conocido:
Cómo
Cárdenas había apoyado a las causas de los trabajadores, en junio de 1837
nacionalizó los ferrocarriles y estableció una administración obrera; muchas
industrias se convirtieron en cooperativas. Hubo entonces un largo conflicto
obrero-patronal con las empresas petroleras, las cuales se negaron a acatar un
laudo de la Suprema Corte de Justicia que favorecía a los trabajadores. Por
ello Cárdenas decretó la expropiación de la industria petrolera que estaba
mayoritariamente en manos de extranjeros, el 18 de marzo de 1938.
Promulgó
una ley de Impuestos sobre el Superprovecho que limitó las ganancias excesivas
obtenidas por personas físicas o morales en actividades comerciales,
industriales o agrícolas.
Después de su presidencia |
En
1936 había autorizado la venta de armas al gobierno de la República Española
pero al ser derrotado, en 1939 recibió a miles de refugiados republicanos
españoles para huir del franquismo.
Tomando
lo siguiente de la página de referencia:
“Su
pensamiento político político-social se sintetizó en diez puntos:
I.- La
miseria, la ignorancia, las enfermedades y los vicios esclavizan a los pueblos.
II.- A
cada quien en relación a su trabajo; a todos según sus necesidades de pan, casa
vestido, salud, cultura y dignidades.
III.-
Obtener la máxima eficiencia, con el mínimo de esfuerzo y la más equitativa
distribución de la riqueza.
IV.-
Sin gran producción no hay amplio consumo, ni gran industria, ni economía
poderosa, ni bienestar colectivo, ni nación soberana.
V.-
Todo Estado moderno exige una técnica dirigida hacia la abundancia de bienes
esenciales y de equipos eficientes de cultivo, de transformación, de
comunicaciones, de cambio y de cultura.
VI.-
Suprimir lo superfluo para que nadie carezca de lo necesario y se evite que los
ricos se hagan más ricos y los pobres más pobres.
VII.-
Contra la patria, nadie. Por la patria, todos.
VIII.-
Todos somos servidores de las causas de la libertad, la democracia y el
progreso.
IX.-
Las reformas avanzadas son victorias de las fuerzas del bien sobre el mal en
sus luchas por la redención de los oprimidos.
X.-
Sólo la justicia social garantiza la paz y la felicidad humana.”
Cárdenas
murió el 19 de octubre de 1970.
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